Diagnóstico Prenatal
El desarrollo articular empieza secundariamente dentro de las
condensaciones mesenquimales precoces del hueso cartilaginoso, aproximadamente
alrededor de la 5ta semana
de gestación. Entre las 7ma. y
8va. semanas pueden
aparecer espacios articulares y movimientos de las extremidades, esenciales
para su desarrollo normal.1
El término artrogriposis,
una mezcla de palabras latinas y griegas, significa articulaciones curvas o
encorvadas.2 La
artrogriposis múltiple congénita, término que fue utilizado por primera vez en
1923 por Stern, puede
definirse como una displasia articular sistémica, caracterizada por rigidez
articular en múltiples localizaciones de forma congénita, debido a hipoplasia
de la musculatura, y que, con cierta frecuencia, se asocia a deformidades de
manos y pies, y a otros defectos congénitos. La primera descripción médica
ocurrió en 1841, cuando Otto describió un recién nacido con múltiples
contracturas congénitas, y se refirió a esta condición como "miodistrofia
congénita". Sin embargo, el interés por ella data de los últimos años del
siglo XIX, en que Redard, en 1892, yKirmisson, en 1893, relataron un mayor número de
casos. Con posterioridad nuevos enfermos han sido descritos en todas partes del
mundo.2 La incidencia
de este trastorno reportada al nacimiento es desde 1/3 000 a 1/12 000 nacidos
vivos.3
Presentación
del caso
estante de 19 años y su esposo -no consanguíneo- de 26, ambos con
antecedentes personales y familiares de salud, sin enfermedades maternas, ni
exposición a teratógenos, ni otros factores de riesgo preconcepcionales ni
prenatales, que acude a consulta porque en la ecografía de las 21 semanas ambas
extremidades superiores aparecen en garra, con la presencia de pies equinos
bilaterales, aunque persistía la presentación pelviana, por lo que resultaba
difícil la exploración. En una segunda ocasión las extremidades inferiores
parecían estar inmóviles y recordaban una artrogriposis (figuras 1 y 2).
En la segunda opinión
ecográfica se describe un engrosamiento articular con imágenes hipoecogénicas a
nivel de las articulaciones de ambas rodillas y codos, con rigidez de los
miembros superiores e inferiores y deformidad en ellos. En el abdomen se
constató aumento de volumen en forma difusa con aumento de su ecogenicidad.
Había, además, presencia de manos en garras flexionadas. No se hallaron otras
alteraciones en las estructuras fetales. Por lo encontrado en las ecografías
realizadas, se plantea el diagnóstico de una artrogriposis múltiple congénita.
A partir de este diagnóstico se le brinda asesoramiento genético a la pareja, y
esta decide interrumpir la gestación a las 22 semanas.
El informe de anatomía
patológica reportó un feto masculino, de 680 g, no macerado, con pie equinovaro
bilateral, con hipoplasia de las falanges de los dedos del pie izquierdo, mano
en garra, deformidad por flexión de las extremidades, dilatación gástrica, sin
otras malformaciones (figura 3).
DISCUSIÓN
Según Hall,4 el término artrogriposis múltiple
congénita (AMC) fue acuñado para describir a recién nacidos con múltiples
contracturas congénitas. Este término es descriptivo, y la presencia de
contracturas congénitas solamente indica un signo clínico con múltiples causas
subyacentes.
La artrogriposis se define
como contracturas congénitas múltiples no progresivas en dos o más áreas del
cuerpo, y se encuentra dentro de un muy heterogéneo grupo de condiciones, que
no solo toman articulaciones distales, no todas son de causa genética, e
incluyen síndromes bien conocidos y asociaciones no específicas.5-8
La amioplasia o artrogiposis
múltiple congénita es la entidad más frecuente y conocida dentro de este grupo.
Es considerada como una secuencia disruptiva, posiblemente causada por un
accidente vascular intraútero, con hipotensión en el estadio de formación del
cordón fetal espiral y las células del asta anterior, más susceptibles a
hipoxia, que son dañadas en su funcionamiento.9,10
El pie equinovaro bilateral
no es artrogriposis; sin embargo, un pie equinovaro, junto a una cadera
dislocada, podría considerarse dentro de este concepto. La literatura médica
que hace referencia a las contracturas congénitas es controversial, debido a
que muchos autores tienden a reunir a todos los casos con contracturas
congénitas y sacan conclusiones aplicables a solo un subgrupo de estos.
Las contracturas múltiples
congénitas están presentes siempre que exista ausencia de movimientos fetales
normales (aquinesia fetal). Moessinger11 acuñó este término para
describir el proceso involucrado en el desarrollo de este trastorno. A partir
de sus trabajos en ratas, reconoció que si los movimientos fetales estaban
limitados, por diferentes razones, las contracturas se desarrollaban antes del nacimiento.
Entre el 50 y 60 % de los individuos presentan las 4 articulaciones afectadas,
el 30-40 % solamente las piernas, y el 10-15 % solamente los brazos. La
articulación temporomandibular y la columna vertebral pueden estar involucradas
y las caderas luxadas frecuentemente.
La piel que recubre las
articulaciones usualmente presenta hoyuelos. Swinyard12 creó una hipótesis que plantea,
que con la disminución de los movimientos, se produce alrededor de la
articulación un incremento del tejido conectivo, lo que limita aún más los
movimientos. Con el incremento de la inmovilización, en la medida que pasa el tiempo,
las contracturas se vuelven más severas. Por lo tanto, mientras más temprano
comience la inmovilización intraútero, más severa serán las contracturas al
nacimiento.
Existen al menos 7 razones
bien reconocidas de la disminución de los movimientos fetales intraútero:3,7,13
1. Procesos miopáticos:
anormal desarrollo o funcionamiento de los músculos.
2. Procesos neuropáticos:
alteraciones del SNC o los nervios periféricos.
3. Enfermedades del tejido
conectivo: incluyen piel, hueso, cartílagos y tendones.
4. Limitación o restricción
por oligoamnios, gestaciones múltiples, miomas o malformaciones uterinas.
5. Compromiso vascular.
6. Exposición a teratógenos:
misoprostol, penicilamina, inhibidores de la enzima convertidora de
angiotensina (ECA), relajantes musculares.
7. Enfermedades maternas:
distrofia miotónica, miastenia gravis, diabetes mellitus, esclerosis múltiple.
Las causas genéticas
subyacentes entre lactantes con artrogriposis son igualmente heterogéneas. En
un análisis de 350 niños, reportados en 1985, con contracturas congénitas, las
anomalías cromosómicas o las enfermedades monogénicas fueron identificadas en
el 28 % de las casos, los síndromes en el 46 %, los factores ambientales o la
exposición materna a teratógenos en el 6 %, y el diagnóstico permaneció
desconocido en cerca del 20 %.14 Sin
embargo, en la actualidad, con los avances en la genética molecular, se han
podido identificar nuevos genes para algunas entidades hasta ese entonces
desconocidos.
En el feto de este caso no
hay presencia de pterigium articulares, por lo que hay algunos síndromes
genéticos que pueden descartarse, y se constató la ausencia de surcos o
pliegues de flexión articulares, lo que apunta al comienzo precoz de la
limitación del movimiento. La ausencia de anomalías de SNC, hace descartar las
causas neurológicas, no así las neurogénicas, miopáticas y vasculares. Teniendo
en cuenta los antecedentes reportados, pueden descartarse también la limitación
de espacio, los teratógenos y las enfermedades maternas.
Actualmente el diagnóstico
se puede realizar prenatalmente mediante estudios ecográficos desde las 14
semanas, por la posición anormal de las extremidades, y la dificultad para
extender o flexionar articulaciones específicas. Por otra parte, es importante
reconocer que las contracturas articulares pueden no estar presentes
tempranamente en la vida fetal, y solo desarrollarse en el tercer trimestre,
dependiendo de la causa de estas. Murphy y otros describieron una
hipoecogenicidad severa de los huesos largos en 3 fetos con artrogriposis, como
una osteoporosis secundaria.15Baty y otros16 describieron las variables
siguientes importantes en el diagnóstico ecográfico de las contracturas
articulares:
1. Edad gestacional del
feto.
2. El momento en que se
desarrollaron las contracturas articulares.
3. La severidad de las
contracturas articulares.
4. El índice de sospecha del
ecografista.
5. La habilidad, paciencia y
la experiencia previa del ecografista.
6. La divergencia de las
articulaciones afectadas con la posición neutral.
7. La cantidad de
movimientos articulares.
8. La presencia de otras
anomalías ecográficas fetales.
9. La persistencia de los
hallazgos en el tiempo.
Existen más de 300 entidades
en las que las contracturas articulares congénitas han sido evidenciadas. El
patrón particular de las contracturas, las áreas específicas del cuerpo
involucradas, la presencia de contracturas en flexión versus contracturas en extensión,así como el
compromiso de la mandíbula y/o el tronco, ayudan a llegar al diagnóstico
específico.5-7
Clínicamente se distinguen 3
subgrupos de artrogriposis, basadas en:
- Compromiso de las
extremidades solamente.
- Compromiso de las
extremidades junto a otras áreas del cuerpo.
- Compromiso de las
extremidades y el SNC.5-7
Este acercamiento puede ser
útil en el desarrollo de los diagnósticos diferenciales, y en el arribo del
diagnóstico específico en la mayoría de los casos. Sin embargo, en el 30 % de
estos no se puede establecer la causa etiológica antes del primer mes de vida.
Es importante en estos casos tomar fotografías para documentar la posición de
las contracturas en este periodo, las que pueden cambiar con la terapia. El
diagnóstico específico y el pronóstico pueden solo emerger con la evaluación
repetida.
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Prenatal
Diagnosis
Joint
development begins in the early secondary mesenchymal condensations of
cartilage bone, approximately around the 5th week of gestation. Between the
7th. and the 8th. weeks may appear joint spaces and limb movements, essential
for its development normal.1
The
term arthrogryposis, a mixture of Latin and Greek words meaning or joints
curves encorvadas.2 arthrogryposis multiplex congenita, a term that was first
used in 1923 by Stern, can be defined as a systemic joint dysplasia
characterized by multiple joint stiffness congenitally locations, due to
hypoplasia of the muscles, and, quite often, is associated with deformities of
hands and feet, and other birth defects. The first medical description was in
1841, when Otto described a newborn with multiple congenital contractures, and
referred to this condition as "congenital myodystrophy". However,
interest in it dates from the late nineteenth century, when Redard in 1892
yKirmisson, in 1893, reported a greater number of cases. After new cases have
been reported in all parts of the world.2 The reported incidence of this
disorder at birth is from 1/3 to 1/12 000 births 000 vivos.3
Case
Presentation
rack
19 and her husband-not consanguíneo- 26, both with family health and personal
background, without maternal diseases or exposure to teratogens, or other
factors preconception and prenatal risk, which comes for consultation because
ultrasound 21 weeks both upper limbs appear claw, with the presence of
bilateral equine feet, but remained the breech, making exploration difficult.
On a second occasion the lower limbs seemed motionless and remembered one
arthrogryposis (Figures 1 and 2).
In the
second ultrasound articulate opinion hypoechoic thickening level images joints
of both knees and elbows, with stiffness of the upper and lower limbs and
deformity described them. In the abdomen volume increase it was found diffusely
with increased echogenicity. In addition, there were present hands on bent
claws. Other alterations in fetal structures were not found. As found in the
ultrasound screening, diagnosis of arthrogryposis multiplex congenita arises.
From this analysis you are providing genetic counseling to the couple, and this
decides to interrupt the pregnancy at 22 weeks.
The
pathology report reported a male fetus, 680 g, not marinated, with bilateral
clubfoot, with hypoplasia of the phalanges of the toes of the left foot, claw
hand, flexion deformity of the limbs, gastric dilatation without other
malformations (Figure 3).
DISCUSSION
According
to Hall, 4 the term arthrogryposis multiplex congenita (AMC) was coined to
describe infants with multiple congenital contractures. This term is
descriptive, and the presence of congenital contractures only clinical sign
indicates a multiple underlying causes.
Arthrogryposis
is defined as non-progressive multiple congenital contractures in two or more
areas of the body, and is within a very heterogeneous group of conditions,
which not only take distal joints, not all genetic causes, and include well
known syndromes associations not específicas.5-8
The
amyoplasia or multiple congenital artrogiposis is the most common and known
entity within this group. It is regarded as a disruptive sequence, possibly
caused by a stroke in utero, with hypotension at the stage of formation of the
fetal cord spiral and anterior horn cells more susceptible to hypoxia, which
are damaged in its funcionamiento.9,10
The
bilateral clubfoot is not arthrogryposis; however, a clubfoot, with a
dislocated hip, could be considered within this concept. The medical literature
refers to congenital contractures is controversial, because many authors tend
to bring all cases with congenital contractures and draw conclusions applicable
to only a subset of these.
Multiple
congenital contractures are present whenever there is lack of normal fetal
movement (fetal akinesia). Moessinger11 coined this term to describe the
process involved in the development of this disorder. From his work in rats, he
acknowledged that if fetal movements were limited, for different reasons,
contractures were developed before birth. Between 50 and 60% of individuals
have 4 joints affected, only 30-40% legs and arms only 10-15%. The
temporomandibular joint and spine may be involved and often dislocated hips.
The
skin over the joints usually dimples. Swinyard12 created a hypothesis posed,
with decreased movement, occurs around the joint, an increase of connective
tissue, which further limits movement. With increasing immobilization, as time
passes, the contractions become more severe. Therefore, the earlier start in
utero immobilization be more severe contractures at birth.
There
are at least seven well-known reasons of decreasing intrauterine fetal
movements: 3,7,13
1.
myopathic processes: abnormal development or function of muscles.
2.
neuropathic processes: CNS disorders or peripheral nerves.
3.
Connective tissue diseases: include skin, bone, cartilage and tendons.
4.
Limitation or restriction oligoamnios, multiple gestations, myomas or uterine
malformations.
5.
Commitment vascular.
6.
Exposure to teratogens: misoprostol, penicillamine, angiotensin-converting
enzyme (ACE) inhibitors, muscle relaxants.
7.
Maternal illnesses: myotonic dystrophy, myasthenia gravis, diabetes mellitus,
multiple sclerosis.
The
underlying genetic causes among infants with arthrogryposis are equally
heterogeneous. In an analysis of 350 children, reported in 1985, with
congenital contractures, chromosomal abnormalities or monogenic diseases were
identified in 28% of cases, the syndrome in 46%, environmental factors or
maternal exposure to teratogenic in 6%, and the diagnosis remained unknown in
about 20% .14 However, today, with advances in molecular genetics, new genes
have been identified for some entities until then unknown.
In
this case the fetus is not present joint pterygium, so there are some genetic
syndromes that can be discarded, and the absence of grooves or folds joint
flexion was found, suggesting the early onset of the limited movement. The
absence of CNS abnormalities, does rule out neurological causes, not
neurogenic, myopathic and vascular. Given the reported history can also be
ruled out of limited space, teratogenic and maternal diseases.
Currently,
the diagnosis can be made prenatally by ultrasound studies from the 14 weeks,
abnormal limb position, and the difficulty to extend or flex specific joints.
Moreover, it is important to recognize that joint contractures may not be
present early in fetal life, and only grow in the third quarter, depending on
the cause of these. Murphy et al described a severe hypoechogenicity of long
bones in 3 fetuses with arthrogryposis, a secundaria.15Baty osteoporosis et
al.16 described the following important variables in the ultrasound diagnosis
of joint contractures:
1.
gestational age of the fetus.
2. The
timing of joint contractures developed.
3. The
severity of joint contractures.
4. The
index of suspicion of the sonographer.
5. The
skill, patience and previous experience of the sonographer.
6. The
divergence of joints affected with the neutral position.
7. The
amount of joint movements.
8. The
presence of ultrasound other fetal abnormalities.
9. The
persistence of findings in time.
There
are over 300 entities in which congenital joint contractures were evidenced.
The particular pattern of contractures, specific areas of the body involved,
the presence versus flexion contractures extension contractures, and the
commitment of the jaw and / or trunk, help make the diagnosis específico.5-7
Clinically
3 subgroups of arthrogryposis, are distinguished based on:
-
Involvement of extremities only.
-
Involvement of extremities along with other areas of the body.
-
Commitment to the limbs and SNC.5-7
This
approach may be useful in developing the differential diagnosis, and the
arrival of specific diagnosis in most cases. However, in 30% of these you can
not establish the etiology before the first month of life. It is important in
these cases take photographs to document the position of contractures in this
period, which can change with therapy. The specific diagnosis and prognosis can
only emerge with repeated evaluation.
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